SANTO DOMINGO. Todavía resacado por la celebración, Cristóbal Marte no se muerde la lengua (ni los dedos para responder por textos) cuando tiene que hablar de lo que cuesta operar el Proyecto Nacional de Voleibol Femenino,
que tras 22 años de funcionamiento acaba de darle al país el primer cetro mundial en categorías menores en deporte alguno.
De RD$38.2 millones que conllevó invertir, según el informe auditado más reciente (2014), Marte desembolsó RD$32 millones, o lo mismo que el 84%. El Gobierno aportó, a través del Comité Olímpico y el Ministerio de Deportes, RD$3.5 millones o el 9%.
Es una dependencia muy alta de una persona que al propio Marte preocupa, más aun que mantener el nivel al que se ha llegado requiere, según sus estimaciones, “duplicar esa inversión. Lo que viene ahora no es fácil”.
Son aportes que el viceministro administrativo de Deportes, Aníbal Portorreal, cuestiona, y afirmó ayer que en los últimos tres años la cartera oficial ha aportado RD$142 millones a la Federación Dominicana de Voleibol (Fedovoli) diferidos en pagos de entrenadores, empleados, directivos, tickets aéreos y transferencias de fondos a su cuenta, y el equipo de mayores que está en el programa de alto rendimiento.
“Aquí hay una dictadura del silencio en el deporte dominicano. Se aprovechan de la miseria de los dirigentes deportivos, y nadie aquí puede hablar, porque si una federación habla, de una vez le quitan la miserable subvención que recibe”, había dicho Marte en el programa Tribuna Deportiva de ESPN Radio Dominicana.
“Como yo no recibo nada puedo hablar, pero el Comité Olímpico no puede hablar, le tienen la boca cosida como le cosen la boca a los tiburones, con alambre. Las federaciones no pueden decir los problemas”, agregó Marte, quien parte mañana hacia México a preparar el clasificatorio preolímpico de mujeres.
De hecho, Portorreal emplazó a Marte y a Alexis García (titular de la Federación) a “debatir a dónde van a parar los recursos que el Estado y el Ministerio de Deportes les entregan”.
Como evidencia, el funcionario público dijo tener documentos del sistema de Tesorería Nacional, con la relación de entrega de recursos a voleibol desde agosto de 2004 hasta el 21 de septiembre de 2015.
Marte respondió luego, a través de un correo electrónico, en letra mayúscula morada, que estaba dispuesto a demostrar sus alegatos, y que reiteraba sus declaraciones.
“Solicito al licenciado Portorreal que proceda, y realice una auditoría para determinar si el Proyecto Nacional de Voleibol Femenino recibe asignaciones de lo que el Ministerio de Deportes le entrega mensualmente a la Federación Dominicana de Voleibol”, escribió Marte.
“Portorreal no debe globalizar sus informaciones, esto se presta a confusión, no hemos recibido boletos aéreos para el equipo nacional femenino de parte del Ministerio de Deportes”.
“Mis declaraciones no son desafortunadas, responden a la realidad de los hechos, son las condiciones de nuestras atletas que no poseen un seguro médico y dental adecuado, por lo que debo cubrir los gastos médicos y de rehabilitación, en caso de lesión, las atletas no reciben, en su mayoría, la asistencia económica que anteriormente les otorgaba el programa PARNI, del cual fueron canceladas y que ahora debo pagar mensualmente. Simplemente debe demostrar que son inciertas”, explicó el ex secretario de Deportes.
Los logros del proyecto
Sólo este año, el equipo sub-23 ganó la medalla de bronce en el Mundial de Turquía el mes pasado, el de mayores fue séptimo en la Copa Mundial de Japón y tercero en los Juegos Panamericanos de Toronto. Para encontrar el único paralelismo con el oro en el Mundial sub-20 hay que irse a 2012, cuando Luguelin Santos logró el metal dorado en el Campeonato Mundial Juvenil de Barcelona.
“Ya vieron el primer fuetazo, en un momento dado si seguimos el trabajo, ustedes verán cómo de repente la República Dominicana se corona campeona mundial de mayores, lo verán. Cuando comencé en el año 1993, la gente me miraba y se reía, me decían que si estaba loco para invertir mi dinero en eso, pero mírenlo ahí”, dijo Marte, actual vicepresidente de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB).
Cada tarde, un enjambre de casi 400 niñas toman prácticas en el antiguo Pabellón de Voleibol, bajo la dirección de un cuerpo de entrenadores que monitorean el desempeño para incluirlas en los seleccionados infantil y juvenil. En principio había que salir a buscarlas por todo el país, hoy las familias las llevan.
Asistencias ininterrumpidas a los Campeonatos Mundiales desde 1998, Grand Prix desde el 2004, Copa del Mundo desde 2007, dos Juegos Olímpicos (Atenas ‘2004 y Londres 2012) y figurar en el top 10 del ranking mundial son el resultado de un proyecto con materia prima 100% nativa, que ha contado con entrenadores cubanos (1994-2005) y brasileños desde 2009.

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