Desde siempre se destacó como comprador de pieles de vaca para la confección de calzados, carteras y sillas para caballos.
Era un ser peculiar que se destapó en agosto del 2011 como "el profeta" que curaba la demencia humana, con sólo utilizar como materia prima bebidas alcohólicas. Una vez contó que sanó a cuatro enfermos mentales de esta provincia.
Practicaba el curanderismo y la medicina natural por lo que también trataba con brebajes otras enfermedades, además de la demencia.
"He sido bendecido por Dios, curar y sanar gente es mi misión en la tierra, por eso no cobro porque mi poder de sanación me fue dado para ayudar", manifestó en una ocasión a la prensa local, el curandero quien también era un hombre de negocios conocido como un hacendado de la zona.
En la década de 1980 fundó el famoso bar-restaurant "La Guiri", muy popular por aquella época en Hato Mayor.
"Soy rico, no necesito dinero, ayudar a la gente es lo quiero", decía Alfonso Astacio a las personas que solían visitar su residencia ubicada en la Avenida Independencia, del sector Media Chiva, al Sur de Hato Mayor.
"Curaba enfermedades terminales"
Pese a que no contaba con formación universitaria, afirmaba que podía curar el cáncer, el cólera, así como el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida , entre otras enfermedades.
Para enfrentar los quebrantos, incluyendo el cólera, el "doctor" apelaba a algunas plantas, de donde aseguraba es que proviene la verdadera medicina.
Algunas personas atestiguaron haberse curado de cirrosis hepática, cáncer de hígado y cáncer de próstata.
Su típico sombrero negro era prácticamente un símbolo inherente a su figura en este pueblo de la región Este.
"He sanado a muchas mujeres que padecen de dolor menstrual y otras con dolores de columna", llegó decir.
Era un ser peculiar que se destapó en agosto del 2011 como "el profeta" que curaba la demencia humana, con sólo utilizar como materia prima bebidas alcohólicas. Una vez contó que sanó a cuatro enfermos mentales de esta provincia.
Practicaba el curanderismo y la medicina natural por lo que también trataba con brebajes otras enfermedades, además de la demencia.
"He sido bendecido por Dios, curar y sanar gente es mi misión en la tierra, por eso no cobro porque mi poder de sanación me fue dado para ayudar", manifestó en una ocasión a la prensa local, el curandero quien también era un hombre de negocios conocido como un hacendado de la zona.
En la década de 1980 fundó el famoso bar-restaurant "La Guiri", muy popular por aquella época en Hato Mayor.
"Soy rico, no necesito dinero, ayudar a la gente es lo quiero", decía Alfonso Astacio a las personas que solían visitar su residencia ubicada en la Avenida Independencia, del sector Media Chiva, al Sur de Hato Mayor.
"Curaba enfermedades terminales"
Pese a que no contaba con formación universitaria, afirmaba que podía curar el cáncer, el cólera, así como el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida , entre otras enfermedades.
Para enfrentar los quebrantos, incluyendo el cólera, el "doctor" apelaba a algunas plantas, de donde aseguraba es que proviene la verdadera medicina.
Algunas personas atestiguaron haberse curado de cirrosis hepática, cáncer de hígado y cáncer de próstata.
Su típico sombrero negro era prácticamente un símbolo inherente a su figura en este pueblo de la región Este.
"He sanado a muchas mujeres que padecen de dolor menstrual y otras con dolores de columna", llegó decir.
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